También extraño,
sobre todo lo último,
esa caminata hacia la costanera,
y la larga conversación sobre los viajes,
sobre Méjico,
sobre el agotamiento,
sentados debajo de un toldo de mosquitos,
en la orilla de escombros amontonados por el río.
Después la parada del 15,
un agua chica en el kiosco,
unas gafas enormes que cubrían tus ojeras y duplicaban las mías.
Ganas de mear y un libro viejo,
casi deshecho,
de tapa verde,
que saqué a pesar de mí,
y del que no pude leer siquiera una página.
Labels: poesia
1 Comments:
me gusta mucho
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