Mientras oigo como un hombre grita y faja a una mujer en el piso de arriba, tomo el libro de tapa amarilla que se sirve sobre el escritorio y hago el intento de leer. Se oyen portazos, corridas, objetos que caen y retumban en mi techo. Gritos de la mujer, no me pegues más grita, y el tipo le dice que se calle, que la corte, y ella sigue hablando en voz alta, pega con la lengua, loco de mierda, hijo de puta, cagón, el tipo golpea las puertas. Aparece otra voz, también de una mujer, pero más joven. Terminala dice, pero no lo nombra, nadie lo nombra, el tipo vuelve a arremeter, una nueva corrida, otro grito, llantos, el tipo grita más fuerte, vidrios de rompen, una ventana, se cae una silla. Continúan las discusiones, yo ya me olvido del libro, de que tengo que leer, qué te crees loco de mierda, dice le mujer, dale matame dice el tipo, puta, vayansé para allá, te odio hija de puta, las odio, golpes, cosas que se caen, corridas. Tas loca. Las palabras cada vez menos moduladas, fundidas en un grito común, brutalidad primitiva, monólogo, silencio. El estómago vació resuena, tengo hambre, pienso. Agarro el libro, lo abro, leo: “estiró el instante más y luego un poco más esperando que sus primos respondieran…” Cierro el libro, lo apoyo sobre el escritorio. Oigo la palabra mamá, tas loca mamá. Basta mamá, forro, basta mamá, basta.
4 Comments:
Es muy bueno lo que leí antes del último clic. Bienvenido de regreso a este, tu blog, en la pantalla de mi computadora (hoy es como que volviste dos veces, querido Pato. Me encontré con un mensajito tuyo en el celu que acabo de contestar). Hablamos en estos días.
yo no me olvido de tus promesas de guion. pongo tantas fichas ahi pato...
y si, obvio que te extraño y que la estas colgando, porque todavia no entendiste la suerte de tener una amiga en otropais y venir a visitarme y esas cosas....
que sigas bien
y que sigas...
esta muy bueno lo que leí. ¿el libro amarillo?. saludos.
El libro amarillo, libro malo, lectura laboral, una novela pésima de Dorfman, en la que aparece la historia de Murieta, el bandido chileno-mexicano (¿alguien puede precisarlo?) que robaba y mataba chinos y pinches yanquis, para vengar la muerte de su hermano. Un loco que resistía la colonización anglosajona y que terminó, en realidad sólo su cabeza, flotando dentro de una enorme botella de wisky para que los yanquis, a cambio de un dolar, pudieran verle los ojos vacíos.
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