Escupiendo la sopa

Tuesday, March 06, 2007

ALICIA
Casi seguro diría, que la vida sedentaria, la que llevamos en nuestro barrio, nuestra cuidad, es un constante chocarse contra cuatro o cinco obsesiones, de espaldas, de pecho, de cara, rebotar contra las sogas e ir directo hacia las de enfrente, así una y otra vez.
Los viajes, una vez conquistados, dejan junto a los recuerdos, la maldición de hacernos ver nuestra vida mucho más aburrida. Puede ser una venganza, o tratarse de una autoflagelación, de un despertar, de saber que sabemos que hay una dimensión paralela a esta, la que de ser TODO, pasa a ser un enrejado de agua.
¿Cuántas seguridades imaginarias nos inventamos acá? ¿Detrás de cuántas columnas de vidrio nos pensamos bien escondidos?
Como bien nos enseña Alicia, la superficie es tan o más importante que la profundidad. En la superficie, sobre todo, se respira mejor y se encuentran bichos más simpáticos.
Hay elementos sensibles en la superficie, que echan raíces, que al moverse estremecen cada roca allí en lo profundo, donde beben de la misma humedad y comparten la única oscuridad infinita.
Pero, hay que ser realista, hacerse cargo de la vida. No se puede vivir viajando.
¿No se puede vivir viajando?

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1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Welcome back, Pato.

6:49 PM  

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