Amigos y extraños cercanos:

Pasar enero en capital es una bendición maldita: podemos vivir una ciudad sin masas (como una madrugada de treintaiún días), pero al mismo tiempo qué lindo sería estar en otro lado. Ese otro lado es tarea compartida; la situación es cualquier lugar y momento empollado por una voluntad común.

Un mes en el desierto requiere destreza inventiva, generación de nuevos artefactos vitales, inclinación a la desorganización orgánica y la dislocación temporal. Tal vez hasta tengamos que poner la boca donde va el ano, y al revés, hasta olvidar las formas, de modo tal que ya no sepamos distinguir entre la sed y el vómito (por no decir la caca, queda feo).

En el pucho, para amenizar el puro estar sin esperar, este sábado 8 de enero de 2011 a las 23 hs. Patricio “Pato” Suárez va estar golpeando su guitarra y dando alaridos biodegradables en la Casa Rosa, sito en Vallejos y Bolivia (qué lindo país), barrio de Villa Pueyrredón, junto a otros músicos del sudor.

Y para que el después del mientras, el ya pasó, sea un todavía aún no, el viernes 14 del mismo mes del año previo al fin del mundo, Suárez se presentará nuevamente, como un autómata espiritual o un sonámbulo del espasmo rítmico, en la casa compartida P-ch-m-m (para formar la palabra coloquen las vocales donde deseen), Argañaraz 22 (Esquina Edo. de Israel), a las 22 hs. Esa noche también hará de las suyas el “Mosquetero Inalienable” Facundo Gorostiza (la guitarra es su mejor matraca).

Entonces.

Repaso para un enero de playas y bikinis virtuales:

Sábado 8 -23 hs-

en Casa Rosa:

Vallejos y Bolivia.

Viernes 14 -22 hs-

en el Pacha(mm).

Sin más,

los saludamos cordialmente.

La Producción.